18-08-2010
En Venezuela existe una disparidad en cuanto a casos de mujeres que planifican sus embarazos, consideran una edad adecuada para tener un hijo, alcanzan una estabilidad laboral y personal que garantice óptima calidad de vida familiar; y aquellos casos, de mayor incidencia en el país, de embarazos no planificados.
De acuerdo con las estadísticas que maneja el Ministerio del Poder para la Salud, a través del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, el 80% de la población no planifica sus embarazos y de ese porcentaje, un 24% corresponde a embarazos en adolescentes o embarazos precoces.
El coordinador del programa, Dámaso Castellanos, explicó que ese 24% de embarazos en adolescentes son, generalmente, casos no deseados que responden a una conducta rebelde de la mujer en su etapa de adolescencia.
“Este alto porcentaje de embarazos precoces tienen mucho que ver con la mentalidad de los adolescentes. A esa edad, además de ver un embarazo como vía de escape a conflictos familiares, es la edad en que se produce la mayor cantidad de prácticas sexuales de la persona, entre 12 y 18 años”, refirió Castellanos.
Indicó que el 20% restante, embarazos planificados, se producen en mujeres que han alcanzado un extracto educativo alto, estabilidad laboral, económica, en pareja y esperan superar su etapa de vida de formación personal para tener un hijo.
Por lo tanto, en la actualidad ya no se considera que más de 35 años de edad significa embarazo tardío, sino que esto responde al retardo de la edad para concebir como una decisión propia de la mujer y de sus condiciones.
En ese sentido, el coordinador del programa mencionó que la situación de embarazos tempranos es un problema de salud pública a escala mundial.
Por lo tanto, desde el Ministerio de Salud en trabajo conjunto con los ministerios de educación, de la juventud y diversas instituciones de formación como el Inces, se busca brindar ayuda y orientación tanto al adolescentes como a su entorno familiar para que la relación sexual no esté motivada por presiones sociales.
Al respecto explicó: “Trabajamos al adolescente desde tres escenarios diferentes: aquel que no ha tenido relaciones sexuales y se le orienta para que prolonguen la edad de iniciación; los que ya iniciaron su actividad sexual, se les recomienda el uso de anticonceptivos y tercero, la adolescente que ya está embarazada, tratamos de orientarla para evitar un segundo embarazo”.
Unidades de atención diferenciada al adolescentes
Como parte de las políticas públicas para atender este problema de salud, la red nacional de ambulatorios populares cuentan con servicios de atención y orientación al adolescentes;: así como también se han creado nuevas unidades hospitalarias para la atención diferenciada y exclusiva a las y los adolescentes, tal como el servicio recientemente inaugurado en la Maternidad Concepción Palacios.
Sobre este particular, Castellanos refirió que la consulta especializada de adolescentes es una sub especialidad de la pediatría que funciona en casi todo el país.
La red nacional de ambulatorios cuentan con 40 adocentólogos (sub especialidad que atienden adolescentes), sostuvo Castellanos.
Igualmente, enfatizó que las estrategias para abordar esta problemática son las del entorno hospitalario, atención diferenciada y hospitalización; y en el ámbito académico charlas y talleres informativos desarrolladas tanto en escuelas y universidades como en programas sociales de participación juvenil.
De acuerdo con las estadísticas que maneja el Ministerio del Poder para la Salud, a través del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, el 80% de la población no planifica sus embarazos y de ese porcentaje, un 24% corresponde a embarazos en adolescentes o embarazos precoces.
El coordinador del programa, Dámaso Castellanos, explicó que ese 24% de embarazos en adolescentes son, generalmente, casos no deseados que responden a una conducta rebelde de la mujer en su etapa de adolescencia.
“Este alto porcentaje de embarazos precoces tienen mucho que ver con la mentalidad de los adolescentes. A esa edad, además de ver un embarazo como vía de escape a conflictos familiares, es la edad en que se produce la mayor cantidad de prácticas sexuales de la persona, entre 12 y 18 años”, refirió Castellanos.
Indicó que el 20% restante, embarazos planificados, se producen en mujeres que han alcanzado un extracto educativo alto, estabilidad laboral, económica, en pareja y esperan superar su etapa de vida de formación personal para tener un hijo.
Por lo tanto, en la actualidad ya no se considera que más de 35 años de edad significa embarazo tardío, sino que esto responde al retardo de la edad para concebir como una decisión propia de la mujer y de sus condiciones.
En ese sentido, el coordinador del programa mencionó que la situación de embarazos tempranos es un problema de salud pública a escala mundial.
Por lo tanto, desde el Ministerio de Salud en trabajo conjunto con los ministerios de educación, de la juventud y diversas instituciones de formación como el Inces, se busca brindar ayuda y orientación tanto al adolescentes como a su entorno familiar para que la relación sexual no esté motivada por presiones sociales.
Al respecto explicó: “Trabajamos al adolescente desde tres escenarios diferentes: aquel que no ha tenido relaciones sexuales y se le orienta para que prolonguen la edad de iniciación; los que ya iniciaron su actividad sexual, se les recomienda el uso de anticonceptivos y tercero, la adolescente que ya está embarazada, tratamos de orientarla para evitar un segundo embarazo”.
Unidades de atención diferenciada al adolescentes
Como parte de las políticas públicas para atender este problema de salud, la red nacional de ambulatorios populares cuentan con servicios de atención y orientación al adolescentes;: así como también se han creado nuevas unidades hospitalarias para la atención diferenciada y exclusiva a las y los adolescentes, tal como el servicio recientemente inaugurado en la Maternidad Concepción Palacios.
Sobre este particular, Castellanos refirió que la consulta especializada de adolescentes es una sub especialidad de la pediatría que funciona en casi todo el país.
La red nacional de ambulatorios cuentan con 40 adocentólogos (sub especialidad que atienden adolescentes), sostuvo Castellanos.
Igualmente, enfatizó que las estrategias para abordar esta problemática son las del entorno hospitalario, atención diferenciada y hospitalización; y en el ámbito académico charlas y talleres informativos desarrolladas tanto en escuelas y universidades como en programas sociales de participación juvenil.
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